27 Nov Conflictos por la herencia de Fernando Fernández Tapias
Como abogado con experiencia en derecho familiar y sucesiones en España, deseo analizar los conflictos suscitados por la herencia de Fernando Fernández Tapias, magnate y figura prominente en el ámbito empresarial y deportivo. Este caso ha generado gran interés público y refleja la complejidad que rodea a las sucesiones en las empresas familiares con patrimonios significativos.
El legado de Fernando Fernández Tapias comprende un importante patrimonio y una compleja estructura familiar, con tres mujeres y siete hijos (inicialmente ocho, antes del fallecimiento de uno de ellos). El empresario, que falleció a causa de un infarto el 25 de octubre, dejó tras de sí no solo una considerable fortuna sino también un panorama familiar dividido en dos bandos: por un lado, su viuda y los dos hijos menores de su tercer matrimonio, y por otro, los cinco hijos mayores sobrevivientes de sus matrimonios anteriores.
La sucesión en empresas familiares, como en el caso de Fernández Tapias, requiere de una planificación cuidadosa y de la implementación de protocolos familiares. Estos protocolos no solo ayudan a evitar conflictos, sino que también aseguran la preservación del legado y los valores de la familia, garantizando así la continuidad y el éxito de la empresa a través de las generaciones.
Origen de los conflictos por la herencia de Fernández Tapias
En 2019, se manifestó una división importante dentro de la familia y de la estructura empresarial, cuando Fernández Tapias decidió excluir a sus hijos del primer matrimonio de roles clave en el Grupo de Sociedades e Inversiones Fernández Tapias y en la Naviera F Tapias Galicia. Esta decisión fue interpretada por algunos como un intento de los hijos mayores por recuperar el poder perdido porque en septiembre de 2020, estos hijos solicitaron la incapacitación judicial de su padre, argumentando un deterioro en su capacidad cognitiva. Esta acción legal, según el abogado de los hijos, estaba destinada a proteger los intereses de Fernández Tapias y su patrimonio, y no a usurpar su poder o influencia.
La situación descrita no es infrecuente en el ámbito de las empresas familiares, donde la gestión de la herencia y la sucesión puede generar conflictos significativos, particularmente en ausencia de un protocolo familiar claro. Un protocolo familiar bien definido es un instrumento esencial en la planificación sucesoria, ya que establece las reglas y procedimientos para la transición y gestión de la propiedad y el control de la empresa familiar. Este protocolo debería incluir criterios para la selección de los sucesores, políticas de empleo y participación para los miembros de la familia, así como mecanismos de resolución de conflictos.
En el caso de Fernández Tapias, un protocolo familiar detallado y actualizado podría haber proporcionado un marco claro para la gestión de la sucesión y posiblemente habría prevenido o mitigado los conflictos actuales. La presencia de un protocolo familiar, que articule no solo la distribución de los activos sino también la filosofía y valores de la empresa, es crucial para garantizar la continuidad y el legado de la empresa familiar a través de las generaciones.
Los conflictos sucesorios, como el de Fernández Tapias, ponen de manifiesto la importancia de la planificación previa en un testamento y el diálogo abierto dentro de la familia empresaria. Al establecer un protocolo familiar, se facilita un proceso de sucesión transparente y equitativo, lo que contribuye a preservar la unidad familiar y el legado empresarial. Esto es especialmente relevante en familias con múltiples intereses y complejas estructuras patrimoniales, donde las emociones y las disputas pueden fácilmente escalar y afectar negativamente tanto a la familia como a la empresa.
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